En el día de la No Violencia hacia la Mujer descubrimos en la red social de Facebook un video de dos adolescentes que pelean, el mismo se ha viralizado, ha sido compartido más de mil veces y básicamente lo que muestra es la clara expresión de dos jovencitas incapaces de solucionar un problema a través de la palabra, que creen que golpearse hasta el extremo es la solución.
En este conflicto una es brutalmente golpeada, incluso cuando queda en el piso recibe patadas en la espalda, no sólo es patético observar el nivel de violencia ejercido entre estas mujeres, no sólo es preocupante que haya este nivel de agravio, sino que lo más terrible es que casi nadie actúe en defensa de la paz.
Todos los adolescentes que están alrededor de estas jóvenes observan el espectáculo gratuito de la violencia, es más se ríen, lo filman, se quedan al costado sin inmutarse, obviamente no hacen nada, sólo dos jovencitas intentan cortar el conflicto, pero se nota que se asustan por miedo a caer en las garras de la gresca.
Pienso que el conflicto se da en la Plaza Roca, donde hace unos meses miles de mujeres nos reunimos para pedir “Ni Una Menos”, donde unas a otras nos acompañamos en reclamo de justicia y cuidado hacia el género y ahora al observar esta filmación siento cuánto falta en el camino de generar conciencia, porque si como mujeres creemos que la solución de los problemas es a través de la barbarie de agarrarnos de los pelos y las patadas, hemos entendido poco del contenido de luchar contra la violencia de género.
Me pregunto qué educación y sobre todo qué vivencias, en sus hogares, experimentan las jóvenes que creen que la vida es tan poco importante, la suya y obviamente la de los otros, para llegar a golpearse sin medir las consecuencias y esto lo hago extensivo a los que observaron el show de la pelea con una naturalidad que espanta.
Viviana Pomiglio, Concejal de Río Cuarto, y luchadora por los derechos de la mujer reflexiona acerca de esta triste situación “es terrible ver la indiferencia absoluta y la naturalización de la violencia, los chicos se ponen de espectadores como si fuera ajeno y no les pasara frente a ellos la situación”.
Esta referente del trabajo de género en la ciudad considera que “los medios están posibilitando ver la realidad de cómo somos y nosotras podemos visibilizar que la violencia nos está ganando como mujeres, adoptando conductas que nosotras mismas reprochamos”
Pomiglio reflexiona de la importancia del rol de la mujer, “hay que analizar que estas chicas vienen de un hogar, y que más allá de las nuevas configuraciones de familia, hay que ver qué valores se comulgan en ese contexto, la falta de límites viene de algún lado y hay que cuestionarse sobre qué les pasa a esas familias que no pueden visibilizar la realidad de estos chicos”.
Ver el video es realmente una cachetada, en un día como hoy, donde el grito por la paz, por el respeto, por el encuentro, por el apoyarnos unas a otras debería ser el horizonte que nos permite construir una realidad amorosa para todas.
La realidad es que hechos como éste deben mirarse a los ojos, no como espectáculo sino desde la reacción para acabar con los mismos, la palabra tiene poder, el diálogo construye, las luchas femeninas no puede dejarse al borde del camino.
Desde nuestras hijas hasta nuestras abuelas debemos conectar con lo sagrado de lo femenino que nos ha tocado transitar, por eso en esta red de amor y respeto hacia lo que somos debemos vivir, educar y trabajar para que NI UNA MENOS quede en la historia de la violencia de nuestra sociedad.
Lic. Laura A. Pereyra