La ballena que ayer sorprendió a todos cuando apareció en el Dique 4 de Puerto Madero, sigue varada y su vida está en riesgo, ya que es un animal de agua salada, informaron las autoridades. El animal reapareció recién a la mañana, luego de que no lo pudieran encontrar. Cuando se sumerge, los especialistas presentes la pierden de vista, y el ballenato no era observado desde anoche.

Desde ayer, personal de Prefectura, Medio Ambiente y de la Dirección Nacional de Fauna busca incitar a la ballena a que encuentre su vuelta al mar por sus propios medios. Alejandro Arias, miembro del Programa Marino de Fundación Vida Silvestre y coordinador del proyecto Valdés,explicó ayer a LA NACION que es importante "que el animal esté tranquilo para que pueda encontrar la salida de una manera menos traumática".

No se puede hacer nada más que intentar arriarla hacia el mar. Creemos que se desvió de su ruta migratoria debido a su mal estado de salud (M. Iñíguez, Fundación Cethus)

Miguel Iñiguez, de la Fundación Cethus, explicó que intentar arriar la ballena hacia la boca del puerto, "es lo único que se puede hacer" y que no se puede cargar al animal.

"Es lo único que se puede hacer. Hay un juego con las mareas y el movimiento. Tratamos de que el animal se oriente con la embarcación, según los protocolos existentes para este tema", explicó Iñíguez a TN.

El especialista advirtió además que la ballena no está en buen estado de salud, que "está delgada", la razón por la que se cree que se desvió de su ruta migratoria, que tiene a Brasil por destino. Más tarde, Gabriela Bellazzi, de la Red de Varamiento de Ballenas de Puerto Madryn, dijo que si el animal está mucho tiempo en agua dulce, "significa que no esta comiendo, y por ello se deshidrata, porque obtiene el agua de su alimento".

Bellazzi agregó que en otros casos, han hidratado delfines con sondas, pero que con ballenas "es imposible".

BALLENA YUBARTA

Mariano Coscarella, especialista en cetáceos del Laboratorio de Mamíferos Marinos del Centro Nacional Patagónico, afirmó que se trata de una ballena jorobada o yubarta, y descartó así la versión inicial de que era una ballena minke.

"Por las características del lomo y la pequeña aleta dorsal, es una jorobada. Probablemente sea un ejemplar joven, que mide 6 o 7 metros y pesa entre 10 y 12 toneladas", explicó Coscarella a LA NACION.

Según el especialista, la jorobada es una especie de mar abierto, pero es bastante común el avistaje de algunos ejemplares en la costa, que se acercan por múltiples motivos: desorientación, enfermedad o siguiendo una corriente cálida.

"El adulto puede medir 12 o 13 metros y se mueven en grupos reducidos. Siempre hay riesgo de que el animal quede encallado; lo ideal es mantener cierta distancia y poner las embarcaciones entre la costa y la ballena para delimitar el espacio [de eventual salida] sin presionarla ni estresarla", agregó Coscarella.

Lo ideal es mantener cierta distancia y poner embarcaciones para delimitar el espacio

En este sentido, fuentes de la Prefectura indicaron a LA NACION que el animal tiene un pedazo de red pesquera enganchado, aunque su estado es bueno. El equipo que trabaja para su liberación, agregaron, está conformado por la Fundación Cethus y el Organismo Provincial para el Desarrollo Sustentable (OPDS).

"Interrumpimos el movimiento de embarcaciones en el dique para garantizar la salud de la ballena. El operativo se realiza con gomones y seguramente va a ser lento", sostuvieron desde la Prefectura.


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