En un principio la revista fue muy aplaudida cuando publicó en su cuenta de Instagram la imagen que iba a ser portada del número de junio. Se trataba de la súpermodelo Nicole Trunfio amamantando a su hijo, Zion.

Sin embargo, pronto saltó la liebre cuando se descubrió que la revistahabía hecho dos portadas. Una con Trunfio dando de amamantar a su hijo y que sólo llegó a los suscriptores y otra con la modelo vestida y con su hijo en brazos que fue la que se vendió en las tiendas.

Rápidamente la indignación se vio en Twitter y Facebook dondemuchas mujeres criticaron la censura a la que había sometida la revista su portada. Aunque también recibió muchas críticas de hombres que pidieron que no se publicara esa imagen.

Otros lectores se mostraron indignados, con el argumento de que la omisión de la imagen perpetúa actitudes negativas hacia la lactancia materna en público.

Según las explicaciones del editor jefe de Elle Australia, Justine Cullen, se trataba de un bonus para los suscriptores.

La modelo también se pronunció instando a que se normalizara la lactancia materna. "No hay nada más poderoso y bello que la maternidad. La última cosa que quiero hacer de esto algo controvertido, así que por favor no crean lo que no que es, vamos a normalizar la lactancia materna".

El Mundo