Los afters o "después de hora" son fiestas que se realizan luego del horario de finalización de otro evento principal. En estos últimos días, se despertó la polémica ya que jóvenes, que asisten a fiestas de egresados, continúan las celebraciones en quintas o casas alquiladas, tras terminarse la cena y el baile a las cinco de la mañana.
 
Desde el área municipal de Espectáculos Públicos, Walter Cantarutti, manifestó que se realizan controles y cierres de fiestas privadas o “afters” en diferentes puntos de la ciudad. Indicó que hubo un caso en donde desalojaron a 300 menores de una fiesta privada en una casa de familia.
 
Además, afirmó que se efectúan los controles de rigor en lo que respecta a bares, boliches y salones de eventos, donde se desarrollan egresos. Explicó que la preocupación de las fiestas privadas en quintas y casas particulares corresponde a la seguridad de los participantes y al consumo de alcohol de los menores.
 
Con respecto a un desalojo reciente durante un “after”, informó que se clausuró una quinta en el camino Del Tropezón donde asistieron unos 100 jóvenes, de los cuales 40 eran menores. Señaló que el propietario del lugar había cobrado 14 mil pesos como alquiler del predio a los jóvenes. Acotó que se colocó una faja de clausura en el lugar ya que se había constatado una gran presencia de bebidas alcohólicas.